
Son el tercer carnívoro más grande de Norteamérica, después del oso polar y el oso kodiak. Puede alcanzar pesos de hasta 550 kg, aunque ciertos especímenes de la península de Alaska han llegado a pesar los 680 kg.
Miden 1 metro a los hombros al estar postrados sobre sus 4 patas, mientras que al posarse sobre sus patas traseras, alcanzan los 2,4 metros. Como todos los osos pardos, se distingue del oso negro por una gran joroba en su espalda.
La joroba se encuentra formada por masa muscular que potencia las patas delanteras del animal y lo ayuda a excavar guaridas rápidamente. Sin embargo, las patas traseras siguen siendo más potentes que las delanteras.